Hábitat

Muy selectivo en cuanto al hábitat, estando condicionada su presencia por dos factores: relieve y tipo de vegetación.

Vive en medios esteparios de zonas llanas (pendiente entre el 10-15%) distribuidas en un amplio gradiente altitudinal, desde el nivel del mar hasta los 1400 m de altitud. A escala de microhábitat, la composición florística no es un factor determinante, ya que ocupa una gran diversidad de formaciones vegetales a lo largo de su área de distribución (cambronales, esplegares, aulagares, jarales, romerales, etc.).

La selección del hábitat sí es relativamente estricta en cuanto a la estructura de la vegetación. En general, requiere de matorrales de caméfitos de bajo porte (20-40 cm) que le aportan sustrato de nidificación y refugio ante posibles depredadores. No obstante, en el noroeste de su distribución (Zamora) llega a ocupar jarales de Cistus ladanifer de hasta 2 metros de altura. Además, prefiere zonas con un elevado porcentaje de suelo desnudo, que le permita desplazarse a peón por sus hábitos principalmente terrestres.

Zonas de tomillar-pradera con mayor cobertura de herbáceas y cultivos son rechazadas por la especie, siendo hábitats marginales a los que quedan relegados los juveniles. A escala de paisaje, la conectividad, el tamaño de parche y la composición de la matriz paisajística repercuten en la probabilidad de presencia y en el patrón de distribución de la especie.